Puta, como la vida.
Como la vida y la muerte
como el tabaco, la nieve
y la suerte.
Como la tinta, como el folio en blanco
como el gobierno y su gente.
Como un suspenso, una bofetada,
una historieta, un colchón
o un café por la mañana.
Un ladrido, un atropello,
una puatada, sin más:
que se nos caiga el pelo.
Puta, como la novena sinfonía
violines, pianos, guitarras
y atronadoras baterías.
Voces chillonas y graves.
Blues, Jazz, Rock and roll....
siempre habrá una melodía
para acallar todos tus males.
Canciones, moqueo, cubertería
la armónica de Gales.
Sexo, distorsión y cocaína.
La gloriosa banda sonora
que acompaña mi melancolía.
Puta, como la rabia que sentía
como el llorar, el reir y el gritar.
La amargura, la valentía,
la falta de sueño, de agallas.
Implosión, tsunami, momificación,
litros de crudo destruyendo tus playas.
Bomba, enfermedad, desamor,
pataleta, iracundo, angustia,
castigo, asesino, guarrerías,
toda esta mierda y su hedor.
Puta, puta y cien veces puta.
Puta, como la poesía.
N.R.
N.R.